miércoles, 30 de abril de 2014



OBJETIVO…, CORRER MUCHOS AÑOS

¿Se puede participar en el Maratón Alpino Madrileño entrenando tres días semana?



Yo pienso que sí, de hecho lo voy a poder experimentar en mis piernas.

El año pasado tuve una lesión en mi rodilla izquierda, noté dichas molestias más o menos a primeros de abril. La verdad es que era una lesión muy curiosa, me molestaba la rodilla al iniciar mis entrenos, y más o menos cuando llevaba unos 3 kms. se me iba quitando la molestia, por el contrario después de entrenos exigentes con mucho descenso, o bien con carreras de montaña, al terminar estos y quedarse fríos los músculos comenzaba a molestarme la misma, además también tenía ligeras molestias los días siguientes al ir caminando por la calle, aunque en este caso las molestias eran muy leves.
Estuve así desde abril hasta mediados de julio, por lo que me metí en vistas a traumatólogos, me vieron varios, incluso uno especializado en traumatología deportiva,  además me hice una resonancia, pero en realidad cada uno me decía una cosa por lo que decidí visitar a un amigo fisio, quien me diagnostico algo que al final creo que no tenía razón, de todas formas me tocó sufrir dos sesiones muy dolorosas de mi colega el fisio. Pasados 7 días de las sesiones me dijo que saliera a correr para probar, pudiendo comprobar que mi rodilla seguía igual, por lo que la desilusión que me llevé fue tremenda, llegando incluso a pensar que dicha lesión nunca se me quitaría (grave error, pues casi todas las lesiones tiene solución).

En fin, visto que mi lesión no tenia solución por los medios tradicionales decidí parar en seco, dejar de correr durante dos meses (como no entrenar nada es complicado, hice algo de bici en durante el parón, y además salí algún día a caminar), volviendo a correr de nuevo, y poco a poco el lunes 23 de septiembre rodando 5 kms., acojonado y a ritmo muy lento, pero con buenas noticias, notaba en la rodilla alguna que otra sensación rara (quizás fuera algo mental) pero nada parecido a lo que notaba con la lesión, por lo que comencé a ilusionarme un poco, no demasiado puesto que en estos casos no se suele perder el miedo hasta que no haces algún entreno más y sobre todo más largo.
A los dos días, el miércoles 25 repetí el entreno y lo mismo, por lo que la cosa pintaba bien. No me acuerdo ahora del motivo pero decidí descansar hasta el domingo y salir de nuevo pero en esta ocasión haría algo más, por lo que este día hice 8 kms., y ya el martes siguiente hice 10 kms., ambos días sin molestias, al menos las debidas a la lesión, por lo que este día ya empecé a creerme que estaba recuperado de la lesión.
Fue, más o menos en esos últimos días de septiembre cuando tomé la decisión de no participar en pruebas que tengan más de 50kms., tomé tanto esa decisión como la de entrenar menos, bajar a tres días (en lo que a correr se refiere), y en el caso de preparar algo potente, hacer algo de senderismo y bici para complementar mi preparación. Qué tiempos aquellos cuando vivía en Fuenlabrada, entrenaba 5 días/semana, de los cuales dos eran de calidad, ahora lo veo una barbaridad, jeje.

Tomé la decisión de entrenar menos por dos motivos, primero y fundamental, proteger mis rodillas, los años pasan, y pienso que tres días las castigaran menos que cuatro, y segundo motivo, y también bastante importante, disfruto más con tres días que con cuatro, y además mi cuerpo me lo agradece, estoy más descansado. La verdad es que salir a correr cuatro días ya se me hacía duro.
¿Que hago ahora que entreno menos días?, pues cuando estoy preparando algo, lo que hago es meter dos tiradas largas y una corta, y particularmente en Béjar que es donde estoy ahora, dos días subo hasta el final de la pista “Senda del Oso”, lo que supone hacer unos 23 kms. y 1.700 m. de desnivel cada salida, y el tercer día me voy a las pistas de atletismo y hago unas series, entrenando en total este día unos 9 kms., lo que se podría decir que es un día de relax, jeje.
Resumiendo, creo que con tres días más complementando con algo de senderismo y bici, se puede uno presentar en el MAM con una preparación más o menos digna, no obstante ya os contaré después de la prueba.

viernes, 4 de abril de 2014

MARATON DE BORRIOL


  Pues nada, como me fui a Béjar un mes entero para prepararle, y como desde allí pillaría demasiado lejos, obviamente me vine antes a Campo Real desde donde partí para Borriol el sábado anterior, para ser más exacto hasta La Puebla Tornesa, un municipio a 10 kms de Borriol, que es donde pernocté un par de noches.
Todo pintaba más o menos bien, pues en el medio maratón de Béjar tuve buenas sensaciones. Por lo que salí hacía Borriol bastante animado.    
                                                               Feria del corredor
  Ya por la tarde del sábado me dirigí a Borriol a recoger el dorsal, dar una vuelta por la feria del corredor, por cierto muy animada, se encontraba en un plaza del pueblo, precisamente donde se encontraría la salida al domingo siguiente. Después sobre las 19:30 horas era la charla técnica, a la cual asistí.

                                                                                           Salida

Al día siguiente el madrugón habitual en estos casos y para Borriol. A la llegada a Borriol sobre las 7:15 horas marcaba 11º grados el termómetro del coche, lo que predecía que no pasaríamos frio.

                                    El chico de las cuerdas en la bajada del Morico

En la salida un ambientazo buenísimo, típico de una salida de maratón, según me pareció oír en megafonía éramos unos 360 participantes, y como en las clasificaciones finales solo figuramos 276, es evidente que hubo bastantes abandonos, además de alguno que al final no se presentara en la salida, cosa que no me extraña pues en un maratón de montaña con mayúsculas, y aunque figuran 5.100 m de desnivel acumulado en la página de la organización, y en mi garmin salen poco más de 4.600 m. de cualquier caso, ya os digo que en un maratón duro, duro (quizás con un día fresquito sea más llevadero, no obstante yo corrí  entre 12º a la salida y  22 º a la llegada, lo que no se puede considerar un calor exagerado).

                               Primera subida, así a bote pronto. Borriol abajo, al fondo.

Como figuraba en el reglamento que dispondríamos de 11 avituallamientos decidí no llevar mochila hasta Borriol (creo que debería habermela llevado, al menos hubiera podido decidir a última hora si con mochila o sin ella), no obstante si se lleva no sobra, pero se puede ir sin ella, eso sí, como son 11 las paradas, calculo pararía no menos de 35’ entre todos los avituallamientos, no era cosa de deshidratase, calculo me bebí unos 8 litros de líquidos, además de algunos trozos de plántanos y sandia, incluso sobre el km. 21 me llamó la atención un trozo de pizza, aunque intenté comérmele no pude, no me lo admitía el cuerpo, y tuve que tirarlo (supongo que tendría el estómago lleno de tanto beber), como aún quedaba mucha tela que cortar y además en ese avituallamiento noté un poco revuelto mi estómago, y sensaciones raras en el cuerpo, decidí tomarme la ampolla de glucosa que llevaba y de nuevo retomar la marcha a afrontar la otra mitad en kms, aunque más en tiempo.

Por cierto, muy bien todos los avituallamientos, en la mitad de ellos, con naranja, plátano,  bollería, pizza, empanadilla y alguna cosa más. Para mi organización genial.

Muy bien también la señalización, además al terminar teníamos otra vez pizza, empanadilla, y cervecita de grifo, buen detalle. En esta ocasión tampoco pude comer mucho, un par de trozos pequeños de empanadilla, agua y un vaso de cerveza, seguía con el estómago medio cerrado a la comida.

En cuanto al recorrido, muchas subidas y muy duras, algunas casi verticales. Además muy técnico, demasiado para mi gusto, quedas de pisar piedras hasta las narices, no tiene término medio, o vas por pistas (unos 5/6 km.), o vas por senda el resto, pero de ese resto, el 85% son pedreras.  En fin, un gran reto para el que no lo haya corrido, pero si alguien se anima que vaya muy bien preparado (haciendo muchas subidas verticales por la sierra) de lo contrario lo pasará muy mal, tendrá en el último tercio de la carrera calambres para aburrir, yo tuve muchos amagos de calambres, primero en el femoral de la pierna derecha (posiblemente de utilizarla más en las subidas verticales), por lo que llegado un momento tuve que comenzar a utilizar preferentemente la izquierda, luego en otra subida ya me daban señales las dos femorales, por lo que en la última dura subida tuve que tirar de gemelos, en fin, lo que he dicho, gran reto, pero hay que ir preparado.

Por otra parte, como me atraen estos retos difíciles (eso sí con un límite de kms., no más de 50), es por lo que pudiera ser que el año que viene vuelva por esas tierras, pero para hacer otro maratón, uno con más desnivel, pero por el contrario y por lo que he leído en algún blog no muy técnico, se trata del "Alcudia de Veo-Tottrail", que se corre en el mes de abril. No es seguro, pero puediera ser que me anime.


                                                              Llegada a Meta


Obviamente como suele ser habitual en los maratones de montaña tiene bonitas vistas, desde algunas de las cumbres se veía Castellón y el mar Mediterráneo, lo que proporcionaba unas vistas preciosas.
                                      Mar Meditérrano, visto desde una de las subidas.       

Una vez de regreso a la Puebla Tornesa, me duché y me tiré en la cama, pues en la cama parecía el chiquito de la calzada, en cuanto doblaba las piernas para cambiar de posición se me contraian los músculos, y latigazo va latigazo viene, n idescansar podía, jeje, supongo que eran las secuelas de las subidas verticales, en algunas ocasiones tipo escalones.

Pues nada, otro reto terminado, ahora unos días de relax en Campo Real, y luego de nuevo a Béjar a preparar el Maratón Alpino Madrileño, si consigo inscribirme obviamente.

Resultado final, 7 h 39’, puesto 181 de la general y 21 en categoría única de veteranos.